Skip to main content

Dentro del Mercado de la Merced: Una conversación con Don Raúl

don-raul-and-mother

“¿Espera estar vendiendo huaraches hasta el día de su muerte?”

“Probablemente”, dice Don Raúl con una risa. “Es muy exigente, casi esclavizante, pero es muy noble darle de comer a la gente. Cuando la gente viene y come lo que tú has preparado y te dicen gracias, es verdaderamente gratificante”.

Don Raúl y su hermana son los dueños de Tacos El Pollo, un puesto de huaraches y quesadillas en el Mercado de la Merced de la Ciudad de México, una de las paradas en el tour de Eat Mexico, Recorrido por la Merced. Son famosos por sus huaraches enormes. Nuestro favorito está coronado con flores de calabaza de un color naranja brillante, champiñones asados y quesillo. Crujiente alrededor de los bordes, con salsa verde o roja que pica la parte de atrás de tu garganta, el huarache es la pizza nacional de México y es mejor compartido en grupo. Esta mañana estoy haciendo mi mejor esfuerzo para acabar uno sola, mientras Raúl me cuenta la historia de El Pollo.

La madre de Don Raúl fue una de las primeras vendedoras en la Merced. Empezó vendiendo fruta a miles de compradores que acudían a diario cuando todavía era el principal mercado de mayoreo (antes de la construcción del Central de Abastos).

“Después de la construcción de la Central de Abastos, la Merced perdió mucho negocio. Fue un periodo muy difícil para los vendedores”, dice Don Raúl. “Mi madre fue una pionera, por decir la verdad. Ella vio que sus ventas bajaban y decidió ser una de las primeras personas en empezar a vender comida preparada en el mercado. Empezamos con tacos y estábamos ubicados justo a la entrada del metro, entonces nos fue muy bien. Mi padre preparaba unos jugos de fruta frescos increíbles. Nunca he tomado algo parecido desde entonces”.

huaracheCuando una parte de la Merced se quemó en la madrugada del 27 de febrero de 2013, el espacio de almacenamiento de El Pollo fue muy dañada y la mercancía que estaba dentro se perdió, pero afortunadamente el puesto quedó a salvo. En los 3 años desde ese incendio masivo el gobierno ha estado prometiendo renovar el mercado. Recientemente funcionarios pidieron a los vendedores dejar sus puestos temporalmente para que se pudieran terminar los trabajos. Por esta razón, El Pollo ahora se encuentra fuera del edificio principal del mercado, esperando el día que puedan regresar, pero el avance ha sido extremadamente lento.

“Es difícil para los vendedores que siguen dentro del mercado. El gobierno dice que tenemos que reubicarnos temporalmente para que terminan de arreglar el mercado, pero la gente no lo cree y piensa que una vez que se vayan, nunca van a recuperar sus puestos”, dice Don Raúl.

merced-newsletterSin embargo, Raúl guarda la esperanza y está colaborando con los miembros más pequeños de la familia de la Merced para preservar el legado de este lugar importante.

“Quiero animar a los hijos de la Merced de disfrutar su niñez”, dice. “Sabes, aquí en el mercado, crecen vendiendo, no tienen tiempo para ser niños. Hemos estado desarrollando proyectos que les darán una idea de la historia de este lugar. Enorgullecerlos por formar parte de la Merced”.

Actualmente, Raúl colabora con otros vendedores y organizaciones de la colonia para crear talleres para los niños, para escribir un libro de cocina de la Merced, y para aportar a un documental sobre el mercado. Todo para animar a sus colegas vendedores y sus niños a estar orgullosos del lugar de donde provienen y donde pasan sus días. Al fin y al cabo, es aquí que empezó su vida, y es aquí donde espera terminarla… orgullosamente.

Mapeando la botana callejera icónica de la Ciudad de México: el tlacoyo Previous Article Hiding out in La Juarez Next Article